Cuentos que riman, rimas que cuentan
Por Mar Dí
ISBN: 978-631-6602-79-4
Páginas: 26
USD 6.99
En Cuentos que riman, rimas que cuentan, Mar Dí consigue transmitir anécdotas divertidas y valores a partir de las acciones de insectos y animales. Ellos espían, se ríen, organizan un pícnic, aprenden un idioma… De esta manera, ponen en práctica sus cualidades y aprenden a reparar sus defectos, tal como lo hacemos las personas.
Entre la rima y el relato, cada una de estas páginas es una propuesta para grandes y pequeños: volver al camino del juego y la imaginación, permitirse el disfrute al recorrer este mundo imaginario, rítmico y colorido.
Sobre el autor
Marina Belén Díaz nació en la ciudad de Córdoba, en el núcleo de una familia numerosa. Siempre tuvo un espíritu curioso y, junto a su abuela, recitaba poesías. Las rimas y los cuentos acompañaron su infancia.
En la adolescencia, la escritura fue su refugio, su espacio y contención.
La maternidad le abrió un universo complejo, enredado, amoroso y vibrante. Eran tantas las emociones que atravesaba su yo más profundo que su esencia necesitaba salir a gritar. La escritura renació en ella como salvación.
Poco a poco, el acunar, el acompañar, el ser sostén de un bebé le recordaron esos poemas con su abuela, las rimas con su mamá, los cuentos de la infancia que tanto tenían por contar. Y, casi sin parpadear, estaba creando, animales que hablaban, mundos de cristal, ficticios, que se sentían dentro tan reales.
En la adolescencia, la escritura fue su refugio, su espacio y contención.
La maternidad le abrió un universo complejo, enredado, amoroso y vibrante. Eran tantas las emociones que atravesaba su yo más profundo que su esencia necesitaba salir a gritar. La escritura renació en ella como salvación.
Poco a poco, el acunar, el acompañar, el ser sostén de un bebé le recordaron esos poemas con su abuela, las rimas con su mamá, los cuentos de la infancia que tanto tenían por contar. Y, casi sin parpadear, estaba creando, animales que hablaban, mundos de cristal, ficticios, que se sentían dentro tan reales.
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