Si bien cada autor tiene su estilo y cada libro es un mundo, hay dos aspectos que los componen que parecen dividir a los escritores en dos bandos opuestos: el diálogo y la descripción.
Hay autores que disfrutan más escribiendo uno y autores a quienes se les facilita más escribiendo el otro. Pero todos buscan balancear ambos aspectos de su obra, y por eso ofrecemos los siguientes tips para lograr un equilibrio entre el diálogo y la descripción.
En esta primera parte te explicamos cómo podés hacer que tus diálogos se sientan más naturales y tengan pausas que logren una lectura más amena:
Lenguaje corporal
Comenzá a observar a tus interlocutores, y prestá atención a aquellos gestos inconscientes, ¡tus personajes también los tienen! Utilizar descripciones de lenguaje corporal entre los diálogos sirve para demostrar personalidad, expresar emociones y equilibrar tus escenas de conversación.
Contexto
El ambiente en el que se desarrolla la conversación también influye en ella, y puede ayudarte a establecer un ánimo para tus personajes, darles pausas naturales, o incluso ofrecer pistas como red herrings o presagios de lo que ocurrirá más adelante.
Mostrá, no cuentes
A veces es mejor dejar que el personaje y el lector se den cuenta de las cosas por sí mismos, en lugar de que un personaje lo explique todo en un monólogo. Da las pistas y exposiciones necesarias para dejar al lector con la duda y con la atención puesta en el libro.
Práctica
Si sentís que algún diálogo se vuelve un poco como un monólogo, te recomiendo leerlo en voz alta intentando sonar lo más natural posible y ver dónde harías pausas o permitirías que otro personaje interceda. También podés pedirle a alguien de confianza que te ayude a practicar una conversación para reconocer cuándo podrías cortar el diálogo.
Cada escritor tiene sus fortalezas y debilidades, y según el estilo de tu obra es posible que un diálogo completo sea más atractivo que una descripción compleja. De todas formas, esperamos que nuestros consejos te hayan servido para intentar salir de tu zona de confort o ayudarte a pulir cada aspecto de tu libro.
Y una vez que lo hayas terminado de escribir, envialo ACÁ, ¡porque estamos muy ansiosos por leerlo!
Coincido 100%. El exceso de diálogos o de descripciones, termina aburriendo. Es importante tener en cuenta que ambos aspectos existen para contribuir con la historia que estamos narrando y que hay un lector del otro lado, al cual no podemos torturar en el afán de mostrar lo buenos que somos utilizando recursos descriptivos, o porque deseamos explotar la personalidad un personaje que nos cae bien.
Saludos.
@ffalberti